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NAVE en muchos sentidos es un espacio de vanguardia que ha postulado nuevas formas de entender el espacio cultural y artístico desde miradas que hace unos años ni siquiera eran formuladas a nivel nacional. Cuando NAVE se originó era único en su carácter, al ser el primer espacio de residencias y creación artística en Chile. Pero, tras 5 años todavía algunos se preguntan qué es NAVE y qué significa el apoyo a la creación, y sobre todo que contempla una residencia.

Primero, es importante mencionar que NAVE no es un centro cultural y que su quehacer no se basa en el resultado o exhibición de una obra, sino más bien en apoyar el proceso de creación de los artistas que trabajan al interior del espacio. Es decir, el equipo de NAVE (que va desde la producción, la técnica y las comunicaciones) acompaña a un artista en su proceso de investigación y creación en las respectivas salas que conforma NAVE.

Que NAVE no pertenezca a las lógicas de espectáculos no significa que no realice Ciclos donde artistas presenten sus performances, esto corresponde a una parte de la programación donde generalmente se consideran obras que pasaron por procesos de residencia previa o que conllevaban una investigación interesante que NAVE quisiera explorar y que respondan a las líneas curatoriales de cruces interdisciplinarios contemporáneos como la danza, el teatro, las artes mediales, entre otros.

Pese a que la programación no se basa en la exhibición de obras, NAVE sí tiene una misión de generar espacios de aperturas, llamado aperturas de proceso, donde los artistas que se encuentran en residencia comparten lo que lleven de su investigación de distintas maneras para recibir feedback y compartir con los públicos que vienen al espacio.

Entonces, ¿qué es una residencia? La residencia puede ser el mismo espacio físico (en NAVE además de las salas de trabajo, se encuentra en su segundo piso una residencia con 10 camas para artistas nacionales e internacionales) pero también un lugar de acompañamiento para un artista en sus fases de creación, sin importar la etapa en que se encuentre. Si la obra es el último eslabón del trabajo artístico, la residencia es ese paso previo que vele por la creación de calidad y el proceso de experimentación, tal como lo haría un científico en su laboratorio.

Para acceder a las residencias en NAVE, existe la Convocatoria Internacional y Nacional Artes Vivas (que debido a re-programaciones de 2019 y 2020 no se abrirá este año) que permite que cualquier creador de cualquier parte del mundo envíe un proyecto que requiera de dicho apoyo para poder crecer. De esta manera, los proyectos seleccionados tienen libertad de acción y no se espera de ellos un resultado. Para NAVE, las políticas públicas culturales y los espacios artísticos debiesen siempre considerar los procesos de creación como una parte fundamental del quehacer artístico de cualquier creador, esto con el fin de generar sinergias que permitan eventualmente la movilización, visibilidad e internacionalización de los trabajos que son apoyados desde sus inicios.

La residencia, por lo tanto, es la posibilidad de darle al artista un espacio de libre experimentación, juego e investigación donde no se vea forzado a cumplir con una obra, exhibición o performance, sino más bien encontrar un espacio propicio para dejar fluir esa creación que puede reformurlarse y re-crearse constantemente.

Foto: Mila Ercoli proceso [UM]ANIMAL