La artista de la danza Francisca Espinoza llega a NAVE durante julio para realizar una residencia de creación.

Sobre la residencia

Desde la práctica hacia la investigación interpretativa. 

Como una necesidad cuerpo racio/animal que se instala entre la fraccionalidad v/s la aleatoriedad me conecto con la idea y pulsión de querer observar eso que llamamos ritMo, dejar que suceda y cómo sucede. Temporalizarlo, lenguajearlo y contextualizarlo en un cuerpo.            

Pensar en un proceso creativo desde relacionar lo experiencial-profesional y cómo ello confluye en un acto interpretativo hacia una posible obra, es que toma cuerpo la investigación.

Me interesa investigar desde el riTMo como concepto incipiente que ha estado presente en mis practicas corporales problematizándolas desde la construcción de lenguaje. Es entonces que desde esta residencia se propone indagar en posibles contextos que otorguen a la practica una vinculación con un proceso creativo. Instalar la idea de un proceso creativo que deviene de una investigación practica constituye considerar el echo de que la practica genera investigación y esta en sí puede concluir en una experiencia estética o bien obra, otorgándole una dimensión escénica. Me pregunto entonces ¿Desde dónde surge la necesidad de exponer y eso que se expone que es?

Desde la práctica Francisca se propone pensar que moviliza el lenguaje y desde ahí en lo específico el RitMo, este mas que definirlo en su etimología podríamos indagar en cómo aparece eso que podemos dilucidar en esta palabra. El rITmo entonces en una primera instancia lo relacionaremos con una percepción del tiempo, es por ello que podríamos establecer el ritmo como una tangible hacia una representación o manera de estar en eso que estamos en la acción corporal no solo desde un aspecto técnico en su aparición si no que indudablemente es parte de un espacio – contexto histórico, social o cultural. 

A propósito, entonces en la relación interprete practicante, contexto creativo-obra. Y en referencia a la pregunta ¿Desde dónde surge la necesidad de exponer y eso que se expone que es? También considero otra dimensión posible hacia esta misma pregunta:

Entonces, ¿Qué es lo que se diluye cuando aparece algo?, ese algo visto como lenguaje, intérprete, obra; que deja de ser para que permita la aparición de lo que se esta elaborando.

¿Podríamos decir que la obra- autor es una sola cosa? ¿Podríamos decir que la interpretación no siempre habla sobre la obra como una dimensión externa al interprete? 

Si pensáramos en la disolución, ¿Qué es lo que se diluye en la escena?

¿Podríamos diluir la obra para que aparezca el interprete?

¿Cuántas obras posibles aparecen en la existencia interpretativa?

Ficha artística

Colaboradores/as:

Nury Gutes

Alexandra Miller

Manuel Fernandez