Residencia

El asombro como hábito

Este proceso inicia con la pregunta, ¿Cómo llevar el collage a escena?. Es ahí donde inicia la primera etapa de la residencia llamada: “Una obra que no termina” la cual se investigó la relación entre el movimiento, cuerpo, memoria corporal y el collage.

¿Cómo lograr plasmar el imaginario mediante recortes al momento de movernos?

Como el papel, pasa ser “un nuevo órgano”, develando nuestra memoria corporal, nuestras vivencias y a su vez descubriendo nuevas formas de composición y dramaturgias.

En esta nueva etapa, que lleva por nombre “El asombro como hábito”, investigaremos la relación entre el sonido,la voz, además de usar el recurso de canciones que han acompañado en diversas etapa de la vida, sus estímulos junto con la oscuridad, activando y creando nuevos paisajes tanto visuales como sonoros que estará representada mediante el collage.

«El asombro como hábito», nos acerca conectarnos con nuestra capacidad de asombro, permitiendo activar sensorialmente nuestros sentidos, recuerdos, memoria corporal.

La palabra asombra es un neologismo integrado por el prefijo “a” del latín “ad” que indica aproximación y por “sombra” que significa oscuridad o ausencia de luz. Por lo tanto, de acuerdo a su etimología el asombro consiste en salir de la oscuridad, iluminar la mente, descubriendo algo que antes se ignoraba, lo que provoca perplejidad, al sorprenderse ante tal hallazgo inesperado.
Nos quedamos inmóviles, nuestras pupilas se dilatan, nuestra boca se abre. El asombro está vinculado con el descubrimiento de algo insólito (cosa, idea, sentimiento) o con la vivencia de una situación inusual.

Ficha artística 

Idea y dirección: Constanza Espínola
Intérprete: Georgia del Campo
Dramaturgia: Rolando Jara
Sonido: Cristian Gonzalez

+ PRÓXIMAMENTE INFORMACIÓN SOBRE LA APERTURA DE PROCESO 

Esta residencia cuenta con el apoyo de Collage Chile (@collagechile) y CECOLL – Centro de Estudio del Collage (@cecoll)