LPM (Latidos Por Minuto) es la tercera pieza que conforma el ciclo Duplas.
Se trata de un trabajo que propone adentrarse en los campos del ritmo y bio-ritmo.
Para ello comienza integrando la música techno como un elemento sonoro que establece métricas estables y repetitivas, netamente abstractas o numéricas, que organizan el movimiento corporal guiando el estado psicofísico. Este proceso afecta los cambios somáticos vinculados al bioritmo asociados a las respuestas del corazón, cuyas interneuronas le permiten aprender y tomar decisiones independientemente del cerebro; este órgano encargado de bombear constantemente las sangres a través de sus vórtices y espirales genera métricas variables, posibilitando la organización y vida del danzante o cuerpo en aceleración térmica, activando la memoria celular con su pulsión.
De esta manera hacen eco las palabras de Laurel Halo (The Wire, 2013): “El techno es una fuerza meditativa que opera procesando la oscuridad, removiendo físicamente problemas personales. En su reemplazo expande la mente hacia un espacio libre de amenaza, que trasciende y que se encuentra sexualmente cargado, catalizando lo oprimido en algo esperanzador, en una fuerza energizante y activadora”.
LPM es una herramienta-ejercicio que te permite acceder a tu tecnología interna. El corazón envía más información al cerebro de la que recibe y como órgano posee el campo electromagnético más potente.