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Por tercer año consecutivo, en 2019 se abrió el Programa de Formación POR QUÉ ME MUEVO, proyecto financiado por el Área de Danza y la Unidad de Asuntos Internacionales del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio  que busca apoyar a 8 artistas nacionales, 4 de la RM y 4 de otras regiones del país, que se encuentren en procesos de creación artística. La idea es generar un acompañamiento para aquellos creadores seleccionados, no obstante ante la pandemia, NAVE ha re-pensado su trabajo para continuar el apoyo de manera digital.

En abril se realizaría la apertura de proceso del trabajo de 8 artistas de todas partes de Chile quienes durante los meses previos estuvieron trabajando con guías internacionales y nacionales en sus proyectos de artes vivas y danza. No obstante, tras la erupción de la pandemia en marzo, los procesos dentro del espacio quedaron frenados y sin claridad de cuándo NAVE podría abrir sus puertas nuevamente, quisimos continuar con nuestra misión de acompañamiento y re-pensar el formato que llevaría esta última y quinta sesión del Programa POR QUÉ ME MUEVO.

Las 4 fases primeras contemplaron la guía del trabajo con los artistas Luis Garay (COL-ARG), Varinia Canto (CL), Tamara Cubas (UY) y Luis Moreno (CL), quienes tenían como misión acompañar los distintos procesos y dar feedback. La última fase del trabajo consistía en sesiones de acompañamiento de la mano del equipo técnico y de producción previo a la apertura de proceso que se realizaría en abril.

Frente a la pandemia y con el fin de no perder el rastro y continuar avanzando en los proyectos, es que desde NAVE surgió la iniciativa de tutorías virtuales entre el 15 abril y el 13 de mayo, con los 8 participantes, lo que dieron entre 20 y 24  sesiones en total.

Esta iniciativa busca principalmente que el equipo técnico y de producción pudieran conocer los procesos por los cuales los participantes postularon al programa PQMM para poder aplicar si es que se normaliza la situación, lo realizado en octubre de este año. Sobre el proceso, nuestra productora en terreno, Constanza Espínola dice: «fue muy interesante este proceso porque ayuda a bajar la ansiedad del artista, habían proyectos que requerían mas acompañamientos que otros, y poder definir estas líneas dieron un valor e importancia mayor a medida que los proyectos iban siendo observados».

«Saber que ya no es una apertura abierta, y tener el margen para proyectar la realidad de lo que será en octubre y quizás también potenciar los espectros que tenían en base a sus proyectos, fue muy estimulante, y fue un trabajo muy en conjunto», asevera Espínola.

Próximamente se dará a conocer el archivo de trabajo de los participantes junto a auto-entrevistas sobre el programa y sus propios procesos de creación.